¿Para qué vale un Newsletter? ¿Es importante tener uno? y ¿cómo debería ser? En este artículo respondemos a todas estas preguntas y más.
Recientemente hemos diseñado, como parte de la web del Mercado de San Fernando (Madrid), el Newsletter del Mercado. Para su equipo de comunicación era una herramienta fundamental. Nos gustaría compartir por qué y cómo hemos pensado que debería ser, para ayudar a otras organizaciones a tomar sus propias decisiones y a poder encargar mejor este producto. Por su extensión, vamos a dividir el artículo en dos entregas. Aquí va la primera.
El newsletter del Mercado, personalizado y modulable.
Parece que a estas alturas las virtudes de un buen Newsletter (o boletín electrónico) están clarísimas para todo el mundo. Sin embargo en el ámbito de la economía solidaria no son tantas las organizaciones que hacen uso de esta herramienta de comunicación. Queremos explicar brevemente por qué es tan útil y qué características debería tener.
Por qué un newsletter
Ante todo se trata de mantener abierto un canal de comunicación con las personas que son nuestras usuarias, clientas, alumnas, etc. Queremos conseguir que no nos olviden.
En 2º lugar un buen newsletter puede ayudar a consolidar nuestra marca a que nos vean como una organización cercana, en la medida en que ofrecemos valores y que éstos sean compartidos.
Finalmente, también es una manera proactiva de ofrecer nuestros productos o servicios y puede (debería) expresar el dinamismo de nuestra organización y a la vez contribuir a mejorarlo.
Construir la confianza
Un consejo que ofrecen todos los gurús del marketing para tener éxito como empresa u organización es construir y cuidar la confianza de nuestras usuarias, para que quieran trabajar con nosotras y, aun más, para que nos recomienden a sus amigas. En el ámbito de la economía social la confianza es mucho más que moneda de cambio; deberíamos considerarla como la base fundamental de las relaciones humanas para construir un mundo mas habitable, más solidario.
Un Newsletter puede ser una herramienta muy útil para construir esa confianza, ya que puede trasmitir valores como la responsabilidad o a transparencia; mejorar en el conocimiento de nuestros servicios; o proporcionar inspiración al usuario/a. Puede aportar información e ideas nuevas o actualizadas de manera que sea de utilidad y desarrolle sentimientos positivos en quien lo recibe.
Otra cuestión importante es que un Newsletter debe llegar siempre a la persona adecuada, es decir, debemos ser muy honestos/as con los contenidos que ofrecemos para no contrariar las expectativas. Cada nueva suscripción se produce en un contexto de información o servicios; si cambiamos arbitrariamente el sesgo de la comunicación seremos percibidos/as como “spamers”.
El Newsletter nunca se debería recibir por pereza para desuscribirse. Es información que me llega por un canal cómodo incorporado a mis rutinas diarias (en mi bandeja de entrada). Me he suscrito porque me mantiene al día en un tema o me cuenta curiosidades, porque quiero recibir ofertas, por simpatía, por fidelidad a una marca (a las personas, al trabajo o a los servicios que hay detrás).
Mantener ese deseo o esa atención es el reto. Pero ¿eso cómo se hace?
Lo abordaremos en la segunda parte.